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Diccionario de conceptos

Consumismo y liberalismo

Una amiga me contó una historia que puede bien indicar la moral de nuestros tiempos: Les habían propuesto un viaje escolar a Italia, con un coste de 500 €, creo recordar. El chaval había aceptado inmediatamente, y se extrañó, unos días más tarde, de la imposibilidad de muchos de sus compañeros de pagar un viaje tan caro. Es de destacar que no querían ni vender camisetas ni hacer cualquier otra cosa para conseguir dinero para el viaje, salvo pedirlo a sus padres.
La conversación derivó en la tendencia al consumismo de la juventud actual, con jóvenes comprando a plazos coches más caros de los que sería adecuado a su nivel de renta,etc. que ella achacaba a la sociedad capitalista. Mi respuesta fue que el liberalismo defiende que todos tienen derecho a consumir pero no a costa de las ganancias de los demás, y de que antes de consumir uno debe producir, es decir ganar dinero proporcionando a los demás algo que quieren (puede ser el propio trabajo). La respuesta fue muy incompleta, pero creo que ilustradora a la hora de confrontar un problema del que se acusa al capitalismo: el consumismo.

El consumismo, tal y como está definido en el diccionario, es una tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios.

En un mercado libre las personas pueden consumir en función de su producción; cuanta más riqueza producen más pueden consumir. El consumo es una consecuencia de la producción, la producción precede al consumo. Es posible realizar gastos con préstamos, pero estos se realizan con consentimiento prestatario, que basará su decisión en la confianza y asumiendo el riesgo de la equivocación. Se podría decir que este es un legítimo uso de la capacidad de consumo; sin meternos en valoraciones morales sobre el mismo, ya que se realiza por parte, o con consentimiento, de quien lo ha merecido.
En este estado simplificado es de esperar que resultaran apreciados valores morales como esfuerzo, ahorro, confianza, credibilidad, responsabilidad, etc.

¿Que es lo que perturba este orden?. Se me ocurren varias causas:
1) La actuación del estado como redistribuidor de las rentas, entre otras actuaciones, que rompe la relación entre produción y consumo normal en el mercado, y crea la ideología de que existen derechos de consumo sin contrapartida.
2) El apoyo público a los gastos para crear empleos o demanda, que creíamos desaparecida entre otros keynesianismos pero aparece constantemente en los discrusos públicos.
3) La inflación: El impuesto oculto de los estados, que deprecia el valor de lo ahorrado.
4) El tipo de interés má bajo del que fijaría el libre mercado, que incita a un consumo que independiente de los recursos, y en donde los préstamos de riesgo siguen teniendo un tipo demasiado bajo. Si se combina con una inflación elevada puede llegar a darse el caso de que pedir un prestamo asegure una ganancia económica, incluso si este no se utiliza en inversión productiva.

Estas (y otras) intervenciones en la economía consiguen romper la relación existente entre producción y consumo, y crean la falsa ilusión de que existen derechos de consumo sin contrapartida, de que es posible consumir sin haber producido con anterioridad, en otras palabras, que el consumo precede o es independiente de la producción. ¿No es acaso esto el consumismo?.

El uso electoralista del terrorismo

Dice Zapatero que hay que terminar con el uso electoralista del terrorismo. Se refiere a que el PP utiliza a su favor su compromiso de luchar contra el terrorismo mientras critica que otros partidos no tienen su misma firmeza ante el mismo. Tiene razón el señor Zapatero.
Y tiene también una solución muy sencilla al alcance de su mano: luchar con todas sus fuerzas contra el terrorismo y defenestrar y aislar a los que no hagan lo mismo, sus valedores y cómplices. No pactar con ellos, no justificar sus actos, no defender las perversas soluciones de compromiso. Perseguir al terrorismo como se haría con otras bestias, allí donde more y críe.
De esta manera no sólo eliminará la posibilidad de que puedan utilizar electoralmente al terrorismo contra él, sino que facilitará su definitivo final. Dos pájaros de un tiro.

Hablar con los terroristas

Son muchas las personas que creen que es posible acabar con el terrorismo con el diálogo. Repasemos sus premisas básicas:
1) Para acabar con el terrorismo hay que negociar con los terroristas.
2) Si los terroristas se sientan a negociar es para conseguir algo.
2) Ergo si se negocia es porque se está dispuesto a darles algo en contrapartida para que dejen de matar.

Con esto llegamos a otras tres conclusiones:
1) Los terroristas siguen matando porque no se les dá lo que demandan, luego siempre tienen la razón.
2) Si las conversaciones fracasan es porque no se les ha dado lo suficiente.
3) El terrorismo es una forma correcta de conseguir tus fines.

Algunas personas han llegado de manera tan cruel a creer esto que llegan a poner al mismo nivel a los terroristas y a las víctimas, a los asesinos y a los asesinados; hasta el punto de creer que la culpa de los asesinatos es de los gobiernos que se niegan a cumplir sus exigencias entregándoles más poder sobre sus víctimas; hasta el punto de culpar a las víctimas de provocar la violencia.

¿Es el deber de los políticos defender a sus ciudadanos de la violencia o entregarles a sus ejecutores? ¿Es deber moral de un gobierno resistir al mal o acaso debe ceder ante él?. ¿Es su deber proteger a los ciudadanos del mal o deben sacrificarlos al mismo?.

Los políticos que acusan a otros de beneficiarse del terrorismo porque les permite presentar su firmeza ante él, ¿No están acaso reconociendo su propia falta de firmeza? ¿No están acaso reconociendo su rendición a los asesinos? ¿No están acaso reconociendo su cobardía?.

Discriminación positiva. La cultura

Siempre he creido que la discriminación positiva es una manera de mantener en la marginalidad a los colectivos supuestamente ayudados, pero hay un caso en que estas acciones son realmente devastadoras: la cultura.
Todavía no se han enterado estos personajillos de que no hay manera de defender la cultura propia o la "excepción cultural", porque la cultura no es algo inmutable ni constreñible. Pretenden mantener el sello propio, pero es imposible, porque una cultura limitada y aislada de los aportaciones exteriores, es una cultura muerta.

Impuestos progresivos y la curva de Laffer

Supongamos que el Estado ha impuesto varios tramos recaudatorios: el primero para rentas menores de 1000 gallifantes, el segundo para rentas mayores.
Para seguir con el ejemplo supongamos que en los dos tramos se aplican tipos de 8 y 20%.
Supongamos que hacemos el experimento de reducir el tipo de impuesto del tramo más alto, digamos al 18% y conseguimos con ello mayor recaudación. Vease la curva de Laffer.
Dejemos de suponer porque esto se ha llevado a cabo en la realidad, en Reino Unido y España. Sabemos además que gracias a esta disminución del tipo de impuesto se ha producido una mayor actividad económica, se han emprendido muchos más negocios y por tanto se ha generado mucho más empleo.
Repito que se recauda más dinero simplemente rebajando los tipos de los tramos altos del impuesto, sin hacer que los tramos más bajos paguen más. Dinero va a ser disfrutado por igual por todos, probablemente más por los ciudadanos de rentas inferiores.
¿Desde que punto de vista se puede defender en estas circunstancias que bajar el tipo del impuesto del tramo más alto es contrario a los pobres?. Únicamente desde el ignorante o el malvado.

La curva de Laffer

La curva de Laffer relaciona el monto de recaudación con el nivel impositivo de un impuesto. Tipos impositivos mayores [1] tienen el efecto (A) de aumentar la recaudación, pero también tienen otros efectos:
--->(B) Un efecto contractivo sobre la actividad económica, es decir que se emprenden menos negocios, porque algunos dejan de ser rentables o son tan poco rentables que se abandonan a cambio de más tiempo de ocio.
--->(C) El aumento del fraude, porque aumentan los alicientes para cometerlo.
--->(D) Un aumento de la evasión fiscal hacia destinos donde la actividad económica esté menos grabada.
Llega un punto en que la recaudación disminuye, porque los conceptos B+C+D son superiores a A. A partir de ese punto una disminución del tipo puede provocar un aumento de la recaudación

Para más información puede visitar este enlace.

[1] Por ejemplo aumentar los impuestos sobre la renta del 15% al 17%.
[2] Un ejemplo de negocio no rentable por aumento de la recaudación.

La voluntad política

La "voluntad política" es la nueva panacea del pensamiento políticamente correcto. No hay nada absolutamente que no se pueda conseguir sin voluntad política. Subvenciones para asociaciones, grupos de presión, carreteras, vías férreas, la desaparición del hambre y las guerras en el mundo...
La misma afirmación de que cualquier problema podría solucionarse si hubiera voluntad política ya indica la tremenda inquina de quienes detentan el poder político.
Los defensores de la afirmación nunca indicarán sí significa el aumento del gasto público y por tanto mayores impuestos, si en realidad se está defendiendo mayor discreccionalidad en el gasto público, si piden que las personas estén más controladas, si quieren imponer sus puntos de vista a los demás o una mezcla de algunas de estas.